Una vez que te hayas maravillado con la estatua del Cristo Redentor, llegar a la iglesia es fácil. Un sendero corto y bien señalizado desciende desde la estatua hasta la base, serpenteando entre una exuberante vegetación. El paseo dura sólo unos minutos y ofrece vistas panorámicas por el camino. La Capilla de Nuestra Señora de Aparecida se encuentra en la base de la estatua, lo que la convierte en una parada cómoda y tranquila después de visitar el emblemático monumento.